sábado, 2 de octubre de 2010

Una victoria necesitada, mas que merecida.

Se podrá decir que no se jugó bien y que incluso fue inferior a su rival. Se podrá decir que el triunfo fue injusto, pero a Gustavo Alfaro, Pablo Aguilar y al resto del equipo no le importa. Arsenal consiguió una valiosa victoria frente a Quilmes, como visitante, a tan solo siete minutos del final del partido con un cabezazo del defensor paraguayo.
Desde el principio, las cosas no le salían bien al conjunto de Alfaro, Quilmes dominaba el mediocampo y lo fue encerrando en su propia área. Aranguis, Diego Torres, J.J. Morales junto con Santiago Raymonda fueron las principales armas de un equipo cervecero necesitado de puntos que busco desde el comienzo ganar el encuentro. Las chances mas claras del local siempre vinieron de arriba por medio de la cabeza de Gioda y Morales. Pero sin duda la situación con mas peligro fue el tiro que estrella Aranguis en el travesaño después que el nueve de Tocalli lo habilitara dejándolo frente a Campestrini.
Pasado el entretiempo Quilmes siguió mostrando su superioridad pero cada vez que pasaban los minutos y las chances no se trasformaban en gol, la intensidad disminuía. Lo del Arse fue pobre en casi todo el partido, pero tuvo algo que no tuvo en los últimos dos partidos: Contundencia, algo tan vital en este fútbol argentino. Faltando tan solo siete minutos para terminar el encuentro en un tiro de esquina convierte de cabeza el 1 a 0 final para sentenciar a un pobre Quilmes que todavía no gano en el campeonato.
Para Alfaro lo difícil viene ahora. Tiene que anotar las falencias de este partido para su próximo rival, Banfield nos visita en Sarandí.

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